Este el último capítulo del repositorio con su doble lectura, nos redirecciona los pasos  por la donación:  Fondo de danza Beatriz Kopp de Gómez y Karen Balg de Gensorowsky,  observando, estudiando, analizando sus proyecciones en el futuro lo que en un momento parecía un lugar hipotético en la historia de la danza,  o sea una Academia Nacional de Danza que podía profesionalizar jóvenes que deciden ser bailarines y dedicarse al arte  del movimiento cobra sentido y significado, dentro de una época de la historia del país que instala narrativas en torno a la violencia.

En ese sentido esa idea lejana y romántica de una educación en el arte  en el país  se pudo materializar y es verificable estudiando este tesoro entregado  en 26 cajas, que permiten corroborar con  la palabra que se convierte en movimiento,  es una expedición a la ruta de la danza con una narrativa corporal donde los pasos del que lee y activa,  interactúa  con las bailarinas  Karen y Beatriz que trabajaron  en  un "Pas de Deux" o  paso a dos, paso a tres, paso a cuatro,  hasta  reconocerse en   pasos colectivos que diseñan las diferentes rutas o planimetrías,  no solo de adelante para atrás sino transversalizar el  arriba y abajo, es una suerte de coreografía que  encuentran variables sobre el material hallado y descubren el hecho compositivo  desde un pensamiento social  en  la historia y así al exponer en este repositorio todo el material cada viajante encuentra e indaga su propia ruta de una manera orgánica.

Habitar estos pasos ahora desde otros formatos  permiten  recuperar narrativas antiguas pero incorporadas en nuevos relatos, el reconocer permite referenciar en el ejercicio de la danza y descubrir  múltiples narrativas  además diacrónicas   que nos reconcilien con esa construcción de Nación que estaba conformándose en la década de los años 30 del siglo XX. Hoy estos relatos transitan en geografías y  corpogeografías plurales que están atravesadas por una cultura mestiza.  

1947  es el  inicio de este espacio tangible para la danza que propició muchas historias dentro de esta genealogía de la danza  para  profundizar en estudios en torno a la autonomía corporal,  a la salud sexual y reproductiva de una manera abierta y necesaria para  pensarnos desde y para el  cuerpo  y poder elegir  con autodeterminación sobre los derechos como algo natural y propio.

Al encontrar esa otra dirección en el relato y situar este archivo tan extenso,  se valora el pasado para  continuar conjugando  el Ser y Hacer  en la investigación hacia las rutas de:

  • Las trayectorias de la profesionalización de la danza en el país.
  • La danza en la pantalla desde los programas en tv, los ciclos de cine, hacia las actuales videodanzas.
  • Las conexiones con el movimiento de danza latinoamericana y encontrar referentes cercanos  con la danza  en Venezuela y ese intercambio permanente que se vive entre los países y sus danzas.
  • Las influencias de los bailarines y  las danzas colombianas en el exterior.

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